En Busca de la Atlántida:
Durante cincuenta años de su vida, el profesor Schulten efectuó investigaciones históricas y arqueológicas en la Península Ibérica, ya que era en este lugar donde entendía que debía situarse la extremidad de la gran isla engullida. Schulten, quien creía que la Península Ibérica era un resto del continente sumergido, identificaba al reino de Tartesos con la Atlántida. Los orígenes de Tartesos son oscuros y se remontarían a la cultura megalítica. El reino de Tartesos es mencionado de un modo vago en las fuentes clásicas y durante mucho tiempo llegó a dudarse de la historicidad de este reino, pero hoy parece no haber dudas de su existencia. Su extensión geográfica abarcaba el sur de España y Portugal, desde Alicante, en el E., hasta la desembocadura del Tajo (la actual Lisboa), en el Oeste. Schulten no encontró l
a Atlántida, pero sí una ciudad ibérica desaparecida: Numancia, descrita en su tiempo por Cornelio Escipión (133 a. de C.). Las excavaciones se prosiguieron desde 1905 hasta 1908. De la misma manera, Schulten situaba la principal ciudad de la Atlántida, Tartesos, en la actual Andalucía, en la zona de la desembocadura del rio Guadalquivir. En la antigüedad, esta ciudad tenía la reputación de ser fabulosamente rica. La campiña que la rodea fue descrita por Posidonio, que hace de ella una pintura muy detallada: ricos cultivos, una población increíblemente numerosa y activa serían la característica de este país, rico también en metales de todas clases, oro, plata, cobre y estaño. Si se concede crédito a Rufus Fistus Avenius, quien reeditó hacia el año 400 a. de C. un tratado de Geografía Antigua, Tartesos habría poseído, hacia el año 500 antes de C., cuando sería destruído por los cartagineses, la civilización más evolucionada del antiguo Occidente. ¿Se trataría de un resto que habría escapado a la destrucción de la Atlántida? ¿Una colonia atlante tal vez?. Sería arriesgada una afirmación categórica. Quizás las excavaciones realizadas cerca de Sevilla, en el famoso lecho de la desembocadura del Guadaquivir, resucitarán la ciudad desaparecida que el alemán Schulten considera la ciuda
En España tenemos a personalidades como mosén Jacinto Verdaguer, quien narró la catástrofe divina, ejecutada por Hércules, que se desató ante la degeneración de los atlantes hispanos. Amante de los mitos griegos y los saberes paganos, Verdaguer estaba al tanto de las teorías que hacia la fecha de publicación de su poema (1877) surgieron sobre la existencia del continente perdido. Según su texto, la existencia de la Atlántida originó –tras su hundimiento– las islas griegas y las Canarias. Aunque difícilmente se pueda dar a su poema La Atlántida una interpretación exclusivamente esotérica o científica, Verdaguer, cuya vida de iluminado posee tintes ocultos, conocía lo que las excavaciones en las costas mediterráneas estaban descubriendo respecto a Tartesos, cultura que ha sido relacionada o, en su caso, identificada, tal y como decíamos más arriba, con la Atlántida. A quien no le pasó por alto esta relación fue a Mario Roso de Luna, quien dedicó al problema su Tomo VI de la Biblioteca de las Maravillas (1924). Según e
ste teósofo y astrónomo, La Atlántida de Verdaguer fue inspirada por la mística teosófica de H. P. Blavatsky. Con el añadido lógico de un matiz nacionalista que hace de España –y especialmente de Canarias y del Sur– uno de los principales legados atlantes y foco de la grandeza del continente desaparecido. También el poeta y teósofo Fernando Villalón explica en su poema místico La Toriada, lo siguiente: "¡Toros de Atlante fatuos y cerriles!". Y es que para el poeta del 27, Tartesos fue, como también para Roso, "el último foco de la civilización atlante". Aunque son siempre las Canarias el centro de atención de las teorías hispano-atlantes, el investigador Louis Charpentier dice en "El misterio Vasco" que guanches, vascos y caledonios tienen una misma raíz atlante.d legendaria de los reyes atlantes…
e los 2000 años que les atribuyen. Según estos expertos, el tiempo necesario para provocar este fenómeno sería aproximadamente de 11.000 años, curiosamente cuando la Atlántida desapareció. Según las tradiciones históricas medievales, Híspalis, uno de los hijos de Hércules, fue el constructor del acueducto de Segovia. Por otra parte, el único argumento a favor de su autoría romana es el parecido estilístico con otros acueductos, lo que no sirve para invalidar la posibilidad de que los romanos, en realidad, copiaran los modelos de acueductos, que fueron levantados apenas 200 años después de la llegada del Imperio a la Península. De hecho, los arqueólogos apenas han encontrado unos pocos objetos de origen romano para poder demostrar que los romanos pasaron por allí, esto es, Segovia no era tan importante como para que fuera levantado un acueducto de obra tan perfecta y de tales dimensiones. Si realmente los romanos hubieran levantado en un lugar apenas poblado tal acueducto, eso habría roto con toda la lógica que marca la historia conocida de ellos. Y es que, además, Platón nos habla en el Critias de "los acueductos sobre los p
uentes canalizados", refiriéndose a las construcciones de los atlantes siglos antes de que los romanos, supuestos inventores de aquel revolucionario medio de canalización, erigieran los suyos. Tanto en el Acueducto de Segovia, como en las murallas de Carmona y en el Arco de Medinaceli, se han hallado inscripciones compuestas por letras tartésicas o atlantes.
a se podía pasar fácilmente a otras islas, y de éstas al continente que circunda el mar interior. Pues lo que está de ese lado del estrecho se parece a un puerto que tiene una entrada angosta, pero, en realidad, hay allí un verdadero mar, y la tierra que le rodea es un verdadero continente… En esta isla, Atlántida, reinaban monarcas de un grande y maravilloso poder; tenían bajo su dominio la isla entera, al igual que muchas otras islas y algunas partes del continente. Además, de este lado del estrecho reinaban también sobre Libia hasta Egipto, y sobre Europa hasta Tirrenia."
Herodoto, por su parte, describe a Tartesos como "un pueblo que habitó en el centro del lago llamado Oleum regentado por el rey Argantonios (Rey de la plata)". Romanos y griegos definen por su parte a los tartesos como habitantes de una region remota en el rio Betis cuya capital se situa en una gran isla en el centro de un lago a la desembocadura del rio. El nombre de Tartessos, aplicado al país, pareció proceder del río principal que lo atravesaba, el que los romanos llamaron luego Oleum flumen (río del aceite) y más tarde Betis, y que ahora es conocido con el nombre árabe de Guadalquivir (río Grande).
Tartesos fué un reino que se extiende en el tiempo desde el 1200 AC hasta el 500 AC, momento en que se hunde este mítico reino, tras la muerte de su rey Argentonios, al sucumbir frente a las inavsiones púnicas al haber perdido la flota y los aliados en un enfren
tamiento anterior con la alianza etrusco-cartaginesa. Su capital , llamada Tharsis, se situaba en una isla formada por los brazos en que desmbocaba el rio,Su principal riqueza consistía en la ganadería y en la agricultura: utilizaban bueyes en cuanto a la primera, y olivo y vid, con cereales, en lo referente a la segunda. También explotarían minas de oro, plata y estaño y conocieron con toda seguridad el trabajo del bronce, y tal vez tuvieron atisbos de la metalurgia del hierro traída por los griegos. De su abundancia en metales hablan elocuentemente dos citas de la Biblia: “Porque el rey (Salomón) tenía en el mar una flota de naves de Tharshis, con la flota de Hiran. Una vez cada tres años venía la flota de Tharshis y traía oro y plata” (I Reyes 10,22) y en otro lugar “Porque el día del Señor de los ejércitos aparecerá para todos los soberbios y altaneros, para todos los arrogantes; y serán humillados... Y para todas las naves de Tharshis y para todo lo que es hermoso a la vista” (Isaías, 2, 12, 16). Tharshis suele ser identificada con Tartessos, con lo que quedaría claro que las flotas conjuntas de Salomón y del rey de Tiro, Hiram, iban a buscar el codiciado oro, juntamente con la plata y el estaño al país de Tartessos. Por lo demás, los propios tartesios tendrían su correspondiente escuadra con la que irían a buscar el estaño, que ya escaseaba en el país, a las Islas Castérides (o islas del Estaño
), manteniendo relaciones activas de comercio con otros pueblos como podría deducirse del legendario viaje del rey Norax.Según Estrabón, los tartesios construyeron también obras de ingeniería para regular y aprovechar el caudal del Guadalquivir; asimismo asegura que existían a orillas del río gran número de ciudades ricas y florecientes.La sociedad estaba dividida en varias clases sociales: príncipes, sacerdotes, comerciantes, hombres libres (campesinos, artesanos, comerciantes, marineros) y esclavos. Su religión debió de ser politeísta y astral lo que se deduce de cultos dedicados a la Luna y a Venus. También es posible que sintieran la influencia de púnicos y griegos prestando culto a dioses como Melkart y Heracles. No faltaba un dios de la guerra, conocido con el nombre céltico de Neto ( héroe o guerrero). Numerosos santuarios de Sierra Morena parecen tener un origen tartesio, y en ellos se han encontrado abundantes exvotos de bronce que bien pudieran ser un recuerdo ancestral del culto habido en aquellos lugares. Es notable la noticia transmitida por el escritor griego Posidonio quien afirma que los tartesios eran hospitalarios y liberales, activos, “ampulosos y de genio alegre”, lo cual entronca bastante bien con el carácter de los actuales andaluces de la costa.
Otros documentos de épocas antiguas definen a este pueblo como descendientes o supervivientes de los Atlantes, lo cierto es que fue un estado bien organizad
o y una sociedad refinada cultural y politicamente avanzada. Su idioma no era indoeuropeo si bien se le encuentran afinidades con el iberico y el cretense y esta emparentado con el rúnico, rético, lepóntico, y nord-etrusco, de lo que se ha llegado a sugerir la posibilidad de que los orígenes occidentales del pueblo Etrusco se hallaran precisamente en Tartessos. Fresco griego que describe a los habitantes del misterioso publo de los Tartessos.
Son múltiples hitoriadores los que consideran la posibilidad de que fueran los tartesos los antiguos Atlantes, si en el manido texto de platón entendemos Guadalquivir donde dice Atlántico y entendemos por "grande" como rica o avanzada culturalmente, podriamos inferir que en la isla principal del antiguo lago de ligustinus, en la desembocadura del guadalquivir, era donde tendría su capital el antiguo reino de Tartessos.
Incluyo a cotinuación una noticia del 11/6/2004: Fuente: EFE
Coinciden fotografías satelitales de la zona con descripciones de Platón de la ciudad perdida Según informa hoy la BBC británica, varias fotografía
estimó el tamaño real de la Atlántida. Otra es que la antigua unidad de medida griega era, en realidad, 20% mayor de lo que se creía por aquel entonces. Si ésta última explicación es cierta, uno de los rectángulos de la "isla" tiene exactamente las mismas dimensiones que el Templo de Poseidón del que habla Platón. La teoría que sitúa a la Atlántida en España no es nueva. El especialista Werner Wickboldt fue el primero en descubrir esas estructuras después de rastrear con detenidamente el fondo del mar Mediterráneo. También Wickboldt cree que los griegos confundieron el vocablo egipcio para costa y lo tradujeron como isla al transmitir la historia a las generaciones siguientes. Estas conclusiones, que se han hecho públicas en la revista electrónica "Journal Antiquity", son parte de una amplia investigación aún en curso, según precisó hoy la BBC.
Descubrimientos recientes llevados a cabo por reputados científicos hacen concordar la descripción que Platón hace en sus diálogos
La cultura del Argar y la de Los Millares:
.Uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la prehistoria europea . Casi 5.000 años de historia . Una ciudad que llegó a albergar más de 1.000 personas .Un complejo sistema defensivo compuesto por 15 fortines y 4 lienzos de muralla . Con una necrópolis de más de 100 tumbas de falsa cúpula ( "Tholoi" ) , para enterramientos colectivos. Esmerada y sólida técnica constructiva en las edificaciones y tumbas .Gran delicadeza y simbolismo en la elaboración cerámica . En fín , una cultura con unas creencias y conocimientos técnicos muy desarrollados , que llegó a usar la metalurgia del cobre en la fabricación de algunas armas y herramientas .
El poblado de Los Millares se sitúa en Santa Fé de Mondujar, Almeria, su población fué superior al millar de habitantes y su extensión, la complejidad de sus sitemas defensivos y lo evolucionado de sus necrópolis y ritos funerarios no tienen parangón en la Europa de su época, esta cultura fué además la pionera de la metalurgia del cobre en el Mediterráneo occidental. Durante muchos años ha dominado en Prehistoria la teoría difusionista , que servía para explicar la aparición de un mismo fenómeno en distintos contextos geográficos por colonización o contactos con los considerados creadores del fenómeno . Así , según esta tesis clásica , el origen de la cultura metalúrgica de Los Milllares , al igual que el de Vila Nova de San Pedro (Portugal) , se vinculaba a la llegada de colonos del Mar Egeo . Esta hipótesis , basada en la semejanza con las tumbas de falsa cúpula (tholoi) y algunas fortificaciones griegas , suponía rebajar las cronologías de las culturas penínsulares al 2.300 a.C.."Tholoi" o "Tholos", también llamadas "tumbas de corredor" o "cuevas artficiales", en realidad (como se explicará luego) antiguas pirámides, existen más de un centenar en Los Millares. En los últimos tiempos , diversos investigadores apoyándose en las dataciones aportadas por el Carbono 14 , han demostrado que Los Millares existieron en fecha muy anterior ; por lo que la aparición de la metalurgia en esta zona tendría una explicación local gracias a la existencia y desarrollo de una cultura previa ,(La Cultura de Almería) , unos 3.000 años a.C. aproximadamente. Desde 3000 a.C. se detecta en Portugal y Andalucía la aparición de nuevos tipos de tumbas, cuevas artificiales y "tholoi" ( más tarde comprobaremos que las últimas investigaciones nos hablan de una antigüedad mucho mayor, 4000 AC, de los restos más antiguos) . Los historiadores han tratado durante mucho tiempo de atribuir el origen de estas innovaciones a influjos provenientes de Oriente Próximo, vía egea. Sin embargo, las dataciones son insistentemente más tempranas para estos tipos de construcciones funerarias en la Península Ibérica que en el Egeo. Es muy probable por tanto que las cuevas artificiales sean de origen autóctono, existiendo aún serias dudas respecto a los "tholoi", que tienen una larga tradición oriental previa.
Del Mediterráneo a América:
Es precisamente la enorme cantidad de "tholois" presentes en Grecia y Creta la que hizo suponer a muchos investigadores que fueron colonos originarios del oriente los que inicaron la llamada "cultura de Almería", si bien las últimas dataciones con métodos más modernos han demostrado una antiguedad mucho mayor para los "tholoi" andaluces ( 4000/3000 AC frente a 2400 AC para los "tholoi" cretenses y griegos), lo que demuestra que la difusión de este tipo de construcciones o cultura fué en sentido inverso, desde Andalucía hacia el Egeo, por lo que no sería aventurado deducir que fueron antiguos emigrantes andaluces ( o íbero-Atlantes) los que colonizaron Grecia y Creta. No olvidemos además que varios estudiosos remarcan las semejanzas entre el idioma tartéssico y el cretense e incluso apuntan a una íntima cercanía o parentesco entre ambas lenguas preindoeuropeas, pero más btarde ahondaremos más profundamente en este tema.
Dicen las leyendas:
"En la lejana noche de la prehistoria arribaron a las costas del Nuevo Mundo hombres blancos de luengas barbas, los cuales se unieron a los indios y les enseñaron la ciencia, la técnica y las sabias leyes de su avanzada civilización" - dicen las antiguas leyendas indias- "y los que llegaron por el mar se convirtieron en los dioses blancos de aquellos imperios." En todos los pueblos cultos del Nuevo Mundo subsite todavía la leyenda del dios blanco. Los incas le llamaron Kon Tiki Illac Viracocha; los mayas, Kukulkán; los toltecas y los aztecas, Quetzalcoatl. Entre los Chibchas era Bochica, "el manto blanco de la luz". Según las viejas leyendas, llegó un buen día el hombre blanco que inculcó a todo el pueblo maya las leyes y la escritura y todos le veneraban como a un dios. Esos dioses blancos, según los mitos, llegaron del Este en la más remota antigüedad, en buques extraños y enormes de los cuales descendieron hombres forasteros, rubios, de piel blanca y ojos azules. En la escritura maya aparecen con bastante frecuencia aquellos signos salvados de la quema y reunidos por el obispo Diego de Landa, de los cuales se decía que representaban los días y los meses: Los signos del Obispo de Landa.
(Ver ficheros adjuntos)
En muchos casos la concordancia entre los jeroglíficos cretenses y los glifos mayas es tan grande, hasta en los más mínimos detalles, que puede afirmarse que la escritura maya es la vieja escritura cretense.
Sería de gran importancia el poder demostrarla identidad del valor fonético de ambas series de signos. Pero aquí la ciencia calla. Si, por una parte conocemos bastante bien los sonidos que corresponden a la escritura lineal B cretense, nada sabemos de la lineal A, más antigua. Lo mismo decimos de los glifos mayas. Es sin embargo digno de mención, que en los pocos casos que se conocen los valores fónicos de los símbolos cretenses y los de los mayas (por ejemplo: la p explosiva y la t = ta), tales valores coincidan. Podemos afirmar pues, que el dios blanco del pueblo maya, que les enseñó todas las realizaciones técnicas, la cultura y también la escritura, ese dios blanco, el antiguo Kukulcán, escribía en cretense. Las correspondencias entre la escritura maya la escritura cretense lineal A arcaica (también llamada proto-lineal). Los textos más antiguos que se disponen en escritura lineal A cretense datan del 1850 a.C., aunque lo cierto es que la escritura linear A derivó de una antigua escritura jeroglífica cretense llamada por los especialistas proto-lineal o lineal A arcaica, por lo que bien podríamos aventurarnos a imaginar a Kukulkán arribando a las américas sobre el 2300 a.C. o incluso antes. Precisamente de esas fechas data también el conjunto arquitectónico monumental más antiguo de América situado en Perú en el lugar llamado hoy "El Paraiso", es de esta zona, cercana a Tiahuanaco de donde se ha establecido, mediante un proceso de análisis y comparación del estilo y sistema en la talla de las piedras, que habría de proceder la cultura original que habría de dar pie más tarde a las antiguas civilizaciones de los pueblos de ámerica.
"El Paraiso" las dataciones hechas con carbono 14 arrojan fechas entre el 2273 a.C. y el 1908 a.C.
¿Pudieron ser descendientes de los íberos- Atlantes esos viajeros cretenses que colonizaron América introduciendo ahí la civilización e iniciando la construcción de colosales pirámides contemporáneas a muchas de Egipto, por allá el 2000 AC?, más tarde demostraremos que realmente así fué .
El increible secreto de los "tholoi":
Si bien las necrópolis de Los Millares son realmente impresionantes, lo cierto es que aún no hemos descubierto sus secretos, lo cierto es que toda la cutura de Los Millares es deudora de otra cultura anterior y mucho más enigmática aún que dejó sus testimonios arqueológicos en los hallazgos de la Cueva del Romeral y la Cueva de Menga, los megalitos más impresionantes de la península. Su corredor y su cámara, construidos a base de grandes piedras pertenecen a la tradición constructiva más antigua de Occidente.
Monumentos prehistóricos en la Península Ibérica:
Incluyo aquí un impresionante trabajo de investigación arqueológica de Alberto Guzmán 1er. premio de investigación EDENEX de 1999:
A modo de introducción:
Prehistoria ó Megahistoria :
Datación de los dólmenes de Antequera:
El origen de los dólmenes:
Nueva visión de la "cueva" de Menga:
El dólmen de Viera:
El Dolmen del Romeral:
A modo de conclusiónLos estudios realizados sobre el terreno han sido extremadamente laboriosos, más aún al no contar con la plena autorización de las entidades, y no han sido concluidos. He intentado destapar una misteriosa relación que nos llevaría desde Antequera hasta Egipto pasando por los Millares (Almería), los tholos (Grecia), las misteriosas inscripciones saharaüis e incluso hasta el Nuevo Continente.Sirva el presente trabajo como mera aproximación y sepa el lector que datos y detalles quedan por desvelar.
s hechas por satélite de la zona, conocida como la marisma de Hinojos, revelan unas estructuras que coinciden con las descripciones efectuadas por el filósofo griego Platón. Uno de los miembros del equipo de científicos, Rainer Kuehne, explica que la palabra "isla" que utilizó Platón para referirse a la Atlántida podría ser en realidad una sección de costa que quedó sumergida entre 800 y 500 AC por una gran inundación. Entre las fotos de la marisma, destacan dos estructuras rectangulares y los restos de varios anillos concéntricos que las habrían rodeado, tal y como indicó el filósofo griego. "Platón habló de una isla de 925 metros de diámetro que estaba rodeada por varias estructuras circulares, anillos concéntricos, algunos de tierra y otros de agua", explicó Kuehne. Las estructuras rectangulares, añadió, podrían ser las ruinas de un "templo de plata" dedicado al dios del mar, Poseidón, y un "templo de oro" en honor de Poseidón y Cleito, que también aparecen en los diálogos de Platón. No obstante, los científicos han observado que el tamaño de la "isla" y sus anillos son algo más grandes que los descritos por el filósofo griego, aunque tienen dos explicaciones al respecto. Una es que Platón, simplemente, calculó mal y sub
estimó el tamaño real de la Atlántida. Otra es que la antigua unidad de medida griega era, en realidad, 20% mayor de lo que se creía por aquel entonces. Si ésta última explicación es cierta, uno de los rectángulos de la "isla" tiene exactamente las mismas dimensiones que el Templo de Poseidón del que habla Platón. La teoría que sitúa a la Atlántida en España no es nueva. El especialista Werner Wickboldt fue el primero en descubrir esas estructuras después de rastrear con detenidamente el fondo del mar Mediterráneo. También Wickboldt cree que los griegos confundieron el vocablo egipcio para costa y lo tradujeron como isla al transmitir la historia a las generaciones siguientes. Estas conclusiones, que se han hecho públicas en la revista electrónica "Journal Antiquity", son parte de una amplia investigación aún en curso, según precisó hoy la BBC.
“Critón” y “Timeo” de la isla de la Atlántida, con las salinas de la Marisma de Hinojos, comarca sepultada bajo las aguas hacia el siglo VII u VIII a.C. y que, como se sabe, permaneció inundada hasta la edad media. Dos estructuras rectangulares visibles para los satélites coinciden con las medidas y disposiciones de los supuestos templos, de plata para Poseidón, y de oro, para Cleito y Poseidón. Parte de los enormes círculos concéntricos, que rodearían ambas construcciones según la descripción clásica, también aparecen visibles en las tomas. Esta línea de investigación hace relacionar a la Atlántida con Tartessos, cuya ciudad neurálgica aun no ha sido descubierta.
Pero la avanzada cultura, el comercio, la minería y las técnicas metalúrgicas de Tartessos tienen su precedente en la llamada cultura del Argar (1800 AC - 1200 AC) descendiente directa de la de Los Millares (3000 AC - 1800 AC), ambas situadas en la actual Almería y pertenecientes al pueblo del vaso campaniforme. (Vista general de Los Millares)
Durante los tres últimos años he volcado mis esfuerzos en profundizar en unos vestigios arqueológicos que están considerados los más importantes de Europa en su género pero que, injustamente, han sido olvidados por la mayoría de los investigadores en cuanto han estudiado dichas construcciones individualmente, sin conectarlas con el marco en que se desarrollan ni con las culturas que pocos años después y/o contemporáneamente surgieron en otras muy distantes zonas de nuestro, ahora, pequeño planeta. Resultaría irrisorio para el lector comprobar la falta de documentación que sobre éstas tres obras maestras de la Humanidad existen en las universidades y librerías. Las conclusiones que voy a aportar son provisionales pero objetivas y son el fruto de una paulatina recopilación de datos y mediciones "in-situ" pero también de un penoso trabajo de biblioteca. Pido al lector entienda que la tesis que presento se ha realizado aceleradamente y con las limitaciones propias de las bases. Pero creo sinceramente que estos monumentos megalíticos esconden en sus entrañas una sabiduría rodeada de misterio que merecen la pena escrutar.
Las pirámides de Egipto comenzaban a tomar forma. Stonenghe esperaba a sus ingenieros para su construcción. Mientras tanto, en el sur de la península ibérica, concretamente en la inmensa llanura antequerana que se eleva 600 m sobre el nivel del mar, junto al gran peñón de rasgos humanos, se construía la obra megalítica más colosal que hasta entonces había conocido la humanidad. Hace más de 5000 años que un reducido grupo de obreros, con la sola ayuda de sus propios brazos, erigieron el dolmen de Menga. Siglos después, como siguiendo ritual marcado por las estrellas, surgían los dólmenes de Viera y del Romeral. ¿Pero que relación existe entre ellas y qué motivo a un rústico pueblo a erigir tan colosales construcciones?
Muy posiblemente el lector haya querido matizar la antigüedad de los monumentos egipcios al comenzar a leer el presente trabajo. Si bien es cierto que los arqueólogos datan con total precisión la construcción de las principales pirámides alrededor del 2500 AC, no lo es menos que ciertas peculiaridades la situarían miles de años antes. Pero hemos de considerar recientes investigaciones que aportan un emplazamiento sistemático de las pirámides de Gizeh y la Esfinge atendiendo a la posición de las constelaciones de Orión y Leo. Se trataría de un esquema estelar trasladado a las áridas tierras africanas.Las simulaciones realizadas por ordenador sitúan dicha concordancia entre los años 10.970 y 8.810 AC, detalle inequívoco de que al menos las tres grandes pirámides fueron concebidas en aquellas fechas, pero no por ello construidas. No hemos de olvidar otros aspectos astronómicos que sí coincidirían con la datación que los arqueólogos toman como válida: la situación de los pozos y pasadizos que surgen de las llamadas Cámara del Rey y Cámara de la Reina. El primero está orientado al norte, mientras que el segundo hacia el sur. Sólo en la época correspondiente al 2500 AC, los cuatro pozos estaban perfectamente alineados con el tránsito por el meridiano de cuatro estrellas conocidas por su gran importancia para los antiguos egipcios: Beta de la Osa Menor, Alfa del Can Mayor, Alfa del Dragón y Theta de Orión.Los estudios minuciosos realizados por diversos autores valoran la última hipótesis para la datación de las tres pirámides pero mantienen que todo aquel compendio de ingeniería, fue concebido casi 6000 años, antes.
Lamentablemente las investigaciones sobre los tres megalitos de la comarca antequerana, Menga, La Viera y El Romeral, se han limitado a seguir los procedimientos típicos para establecer su antigüedad, obviando el posible carácter astronómico de las construcciones y considerando exclusivamente la finalidad funeraria. Este último punto es muy discutible, ante mi entender, como trataremos más adelante.Para ello, los autores, han seguido los métodos de la estratigrafía y la seriación. Sin embargo, otros más exactos como el Carbono 14, la termoluminiscencia, Potasio Argón o la serie de Uranio, no han podido ser evaluadas al no hallarse, en las dos más antiguas, restos que permitan éste tipo de analítica. El problema más inquietante y complejo es su posición cronológica ya que las representaciones rupestres halladas son establecidas mediante comparaciones con los elementos que integran el arte mueble. Sirva el siguiente ejemplo: supongamos que dentro de 5.000 años se investigan los restos de una casa andaluza. Los arqueólogos encuentran un ordenador que corresponde se fabricó en el año 2000 por comparación con otros hallazgos similares. Junto a esos restos hay un cuadro. Automáticamente será datado como de la misma fecha, es decir, del año 2000, aunque en realidad se trataba de una reliquia del siglo II que perteneció a los miembros de esa casa. En éste ladino ejemplo existe ya un error de datación de 1800 años.Trasladémonos de nuevo a la cueva de Menga. El enclave ha sido utilizado, hasta hace pocos años, como refugio de pastores y sus ganados. Mucho antes lo fue por distintas culturas.Las teorías de los arqueólogos suponen que se trató de una tumba colectiva, pero no se hallaron restos humanos enterrados en ella, si bien es posible, como veremos más adelante, que fueran saqueadas. Actualmente se da por válido el hecho de que la cueva de Menga fue construida entre el 3000 y el 2500 a.C. Sin embargo, recientes investigaciones con el empleo del C14 en muestras del suelo, le dan una antigüedad considerablemente superior, el año 4000 AC, es decir, hace 6000 años.
Con la cultura neolítica surge una nueva espiritualidad que modifica la visión que el hombre tiene de su propio universo. Las creencias del hombre agricultor tiene que ver con los elementos de la naturaleza: lluvia, sol, viento, tierra, de los que depende para garantizar su subsistencia. Estas nuevas convicciones se materializan en la construcción de megalitos, un modo de expresar las primeras manifestaciones religiosas y plasmar la idea del renacimiento eterno. Los menhires actúan como mediadores entre el hombre y las fuerzas poderosas del cosmos. Son elementos simbólicos permanentes, que el hombre erige con una voluntad expresa de eternidad. Stonehenge y Menga, están orientado hacia el solsticio de verano. Los rayos de sol, en el último caso, inciden contra la profundidad de su cámara tras atravesar más de 20 metros de recorrido. Aún así, los arqueólogos señalan un origen tradicionista a la construcción de éstos megalitos, esto es, los consideran una vuelta intuitiva a las cavernas, lugar de refugio durante milenios del hombre primitivo. Sin embargo, tras un largo periodo de investigación del terreno y meditación, puedo concluir que, en los casos que estudiaremos dejan de tener sentido. El presunto "culto a las cuevas" se pudo haber mantenido sin necesidad de construir simulacros artificiales de tan laborioso esfuerzo. A varios kilómetros de distancia encontramos cuevas naturales algunas de las cuales fueron utilizadas por culturas prehistóricas como la de la Pileta (Benaoján), la de Nerja, la de Doña Trinidad (Ardales) o Cueva Navarro (Cala del Moral), sin mencionar todas las que encontramos en la provincia de Almería. Otras ni tan siquiera fueron disfrutadas aún cuando se hallaban más cercanas.
La Cueva de Menga es la más antigua de las tres. En una de mis últimas visitas al lugar me sorprendió el comentario de un viajero madrileño: "yo he estado en Egipto pero aquellas piedras con las que construyeron las pirámides si bien colosales, eran relativamente manejables. Estas, la de Menga, son descomunales e increíblemente desproporcionadas para ser trasladadas y siendo más antiguas". Efectivamente, una de las losas que forman la techumbre pesa un mínimo de 180 toneladas. Dicho cálculo se ha efectuado midiendo sus proporciones (6m x 7m). Es decir, éste solo bloque tiene una superficie de 42 m2. En total existe un mínimo de 33 bloques pétreos de similares características que se suponen proceden del Cerro de la Cruz, situado a más de un kildel lugar y de acceso penosamente escarpado. La tracción animal no era conocida por lo cual se cree fueron ómetro trasladadas mediante el empleo de grandes troncos de madera y gran cantidad de energía humana. Pero algo no encaja. Si observamos con detenimiento cada uno de los bloques (foto 1) comprobaremos la relativa perfección de sus bordes. No parecen haber sido golpeados o erosionados por el largo traslado. Además, la mayoría de estos bloques son de una terminación exquisita que llegan prácticamente a encajar los unos con los otros (foto 2). Si a ello unimos el que no se ha demostrado la existencia de un asentamiento humano de consideración en aquellos parajes y en aquellos tiempos, surgen ciertas preguntas que intentaremos responder más adelante. ¿Por qué se molestaron aquellos hombres en construir una "tumba" en un lugar deshabitado, utilizando piedras pesadas y no manejables?El monumento de Menga, está orientado al Este. Como hemos dicho, aún en nuestros días los rayos del solsticio penetran hasta el fondo de la "cueva", iluminándola hasta en sus más recónditos espacios. La longitud de éste monumentos es difícil de calcular dada la desaparición de algunos de los componentes de la entrada original. Toda ella se encuentra en la actualidad cubierta por un cúmulo de tierra y piedras de un diámetro de 50 metros y que actualmente tiene una altura de aproximadamente 12 metros. En la figura 1 he intentado representar el estado actual del dolmen tal y como lo conocemos. En la figura 2 represento la apariencia original del monumento. Téngase en cuenta que en éstos 5000 años, probablemente 6000 la erosión producida por las lluvias, nieves y vientos ha debido de dejar una huella que a estas alturas de la investigación no puedo precisar con exactitud pero que es fácilmente sospechada. Hace 6.000 años se nos presentaba una gran llanura, apenas sin árboles. A lo lejos veríamos una gran construcción, bien acabada, cubierta con finas láminas de pizarra. Algo único para los ojos de lo escasos habitantes de aquellas regiones frías. El monumento, de una altura de 30 metros y con un diámetro de 70 aparecía majestuoso, empequeñeciendo al hombre que lo contempla. Al amanecer, el Sol señalaría un lugar especial, la entrada, posiblemente camuflada. Algún que otro año, unos extraños visitantes, tras un complicado ritual, se acercaban y, tras una manipulación de artefactos, abrían aquel vestigio, accediendo a su brillante interior. Entonces comenzaba la ceremonia." Esta imagen que he intentado reproducir es de fácil intuición si nos alejamos lo suficiente del lugar. A un kilómetro de distancia, por ejemplo, observaremos una protuberancia en el terreno que destaca sobre todo lo demás. Sólo unos cipreses colocados recientemente, impiden revivir la imagen ancestral. Me ha resultado hasta el momento imposible demostrar la apariencia original del monumento en aquellos tiempos. ¿Se acumuló tierra sobre él de forma anárquica o se pretendió conseguir una figura geométrica concreta? Todo apunta al segundo extremo. Una vista aérea del terreno nos da la respuesta, al menos aparente. El aspecto, como hemos comentado, debía ser perfectamente circular. Sin embargo estoy en condiciones de poder afirmar que su aspecto original pudo ser piramidal, de cuatro lados perfectamente alineados. Esta afirmación, que puede parecer frívola, será complementada con los estudios realizados en Viera y el Romeral y podrían ser concluyentes si dispusiera de algunos medios que, posiblemente en unos años, estén a mi alcance.A esta altura de la tesis cabe resaltar un último e importante apunte referente a "Menga". El monumento presenta una característica inusual. No existen pinturas, o restos de ellas, en todo el monumento. Sin embargo, a un metro de la entrada, a la izquierda y casi a tres metros de altura, destacan cinco incrustaciones en la piedra (figura 3). Los arqueólogos las han definido como figuras "antropomorfas". Efectivamente, dos de ellas podrían representar a hombres con los brazos en alto propio del arte prehistórico esquemático, inusual en el sur peninsular. Otras dos representan cruces, demasiado esquemático a mi parecer para representar a una persona. La última es clara, deliberadamente nítida. La primera impresión es que se trata de una estrella de cinco puntas, que parece señalar a los otros dos, ¿o cuatro?, dólmenes. Permítame el lector una breve meditación: "antes de conocer la existencia de aquellas figuras saque unas fotos del lugar. Al revelar el carrete se distinguía claramente la existencia de esos objetos. Tras posteriores visitas efectivamente he comprobado que existían y están registradas por diferentes autores en sus obras. Pero en aquella foto también existe otra imagen, más extraña y no registrada. El celo de los vigilantes me ha impedido por el momento comprobarlo sobre la piedra." Hemos tratado ya el hecho de que el astro rey incidía cada mañana en la entrada de nuestro "templo" pero hay que señalar que, según cálculos bastante aproximados, la constelación de Orión sería visible desde la entrada al surgir por el horizonte. Pero dejemos ésta coincidencia para más adelante.
A setenta metros de distancia de Menga encontramos un nuevo y fascinante dolmen. Catalogada como tumba de corredor, es de los de mayores dimensiones conocidos, de este tipo. Está formado por un pasillo con puertas horadadas en su principio y final, dando esta última acceso a lo que se supone fue una cámara funeraria. El corredor conserva intacto un tramo formado por ocho ortostatos y cubierto por cuatro cobijas. La longitud total, medida personalmente, es de 12 metros y tiene una altura de 1.70 metros aproximadamente. El último tramo, de casi seis metros, está muy deteriorado. El corredor se cierra con una piedra con hueco labrado. Tanto éste dolmen como el de Menga se conocieron ya saqueados. El escaso material que proporcionó su excavación lo fechan hace 4.500 años.Según las indagaciones realizadas y aún no concluidas, no hay pruebas de enterramiento en ella. Sólo el Museo Arqueológico de Madrid, parece poseer restos humanos procedentes de esa zona. Ricamente ataviado y rodeado de sus pertenencias, podría haber pertenecido a esta "tumba", pero por el momento no se ha podido concretar éste extremo. Hemos de tener en cuenta, para hacer frente a la verdad, que dichas construcciones son conocidas, históricamente hablando, desde el siglo XVII. Saqueos y usurpaciones se han producido hasta hace tan solo 20 años. De hecho, en 1904 cuando son descubiertos los dólmenes de Viera y El Romeral, ya se encontraban expoliados.Como hemos dicho la parte del corredor se conserva intacta y está formada por cinco grandes losas, cuatro forman las paredes y una cobija al mismo nivel que el corredor.No se han hallado inscripciones en Viera, pero un examen concienzudo de la entrada, al menos de las losas que se mantienen en pié, nos descubre un nuevo misterio: se trata de varias perforaciones realizadas en la inmensa piedra, perfectamente circulares (foto 5), de 5 centímetros de diámetro y de una profundidad de unos diez centímetros. Interrogué a diversos arqueólogos de la zona, a los propios bedeles y ninguno supo contestarme. Lo que sí aseguraban es que no se habían sido realizadas por los descubridores sino que siempre han estado allí. ¿Qué nos señala esas perforaciones? Se halla orientada al Oeste, justo en el sentido contrario que la cercana Menga. Pese ha haber sido construida quinientos años después, su terminación es perfecta. Los bloques, de menor tamaño que la anterior, se hallan perfectamente encajados los unos con los otros, de forma milimétrica (foto 4). Resulta paradójico escuchar hablar a algunos autores de la excelencia de las uniones en las pirámides y en las construcciones incaicas y pasar por alto el perfecto acabado en el corte y en el transporte de nuestro cercano "templo". Si como suponen los investigadores el Dolmen de Viera se trato de una tumba, ésta fue individual. La importancia del "ser" que allí fue enterrado debió ser sobrenatural, más también vino de lejos, teniendo en cuenta los escasos asentamientos prehistóricos, en cuanto a populosos se refiere, encontrados en la zona.¿Existió un matiz astronómico en la orientación de Viera? Como acabamos de señalar existe una oposición drástica con relación al dolmen de Menga. Pues efectivamente. En este caso, y aún por increíble que parezca, la constelación de Orión desaparecía exactamente por ese punto en el solsticio de verano. Es imposible para éste autor, por el momento, determinar que estrella era la que exactamente incidía en su ocaso sobre la puerta sellada de nuestro "templo". Un programa informático avanzado y mediciones precisas sobre el terreno, no sólo determinaran esa cuestión sino que también podrán datar con exactitud su construcción.Viera se encontró así mismo cubierto por un túmulo de arcilla, que aún en nuestros días se conserva. Si en el caso de Menga la erosión ha hecho mella en sus dimensiones originales aún estado compuesta también de piedras ¿cuánto mayor habrá sido la erosión en el túmulo de tierra fina que cubre Viera?
Hemos dejado de lado algunas apreciaciones complementarias de los dólmenes de Menga y Viera y nos desplazamos dos kilómetros para dedicar un espacio a éste último monumento Calcolítico.Cuando entramos allí por primera vez sentimos una extraña sensación de aislamiento. El mundo parece detenerse..., el silencio se apodera del espacio y aparece ese olor mágico que sólo en ocasiones muy especiales se puede sentir. Los pelos se erizan como si existiera una fuerte energía eléctrica. Cuando por segunda, tercera y sucesivas veces volvemos a entrar, esas sensaciones en vez de velarse como miedo infantil, se hacen aún más fuerte. ¿Qué ocurre en "El Romeral"? Cuando por primera vez saque la brújula bajo la gran cúpula no lo pude creer. Giraba y giraba sin indicar rumbo. Al cambiar de posición ésta se detiene y nos indica que se encuentra orientada al norte.Éste dolmen está considerado el más antiguo en utilizar la falsa cúpula, de tipo tholos. El corredor es de forma trapezoidal. Está formado por varias cámaras. La primera de ella es de forma circular y está cerrada por una gran losa. En el otro lado se abre la entrada a la segunda cámara, también de planta circular pero de dimensiones menores y cubierta por otra gran losa. Estas oscilan entre un peso de 25.000 y 30.000 kilos cada una. Allí, a 20 centímetros del suelo hay una losa empotrada en la pared, donde se encontró parte del ajuar del dolmen.Todo el conjunto está, una vez más, cubierto por un gigantesco túmulo, cuyo punto mas alto coincide con la mayor de las cámaras. Los autores la datan con una antigüedad de 4.000 años.En cuanto a sus dimensiones nos encontramos en el mismo caso anterior: la destrucción de parte del corredor o entrada principal. Cálculos tomados por éste autor dan diez metros hasta la primera cámara, cuatro metros para la cámara mayor y tres para la menor, cubierta con la "lápida". A estas mediciones debemos añadir 6 metros de corredor destruido por el tiempo que nos da una longitud total del monumento de 28.5 metros. Estas dimensiones, relacionadas con los monumentos anteriormente señalados, responden a una causa que por el momento es imposible incluir en éste trabajo pero que tienen clara significación astronómica para cualquier profano. En la actualidad están siendo estudiadas con detalle por el autor.En cuanto a otros aspectos astronómicos resaltaremos varios puntos: el primero de ellos su obvia y perpetua alineación con la Estrella Polar, el segundo su exacta coincidencia en verano con el paso por el horizonte de la principal estrella de la constelación de la Osa Mayor, y por último su perfecta orientación hacia el conjunto dolménico de Menga y Viera. Este último punto fomenta aún más si cabe, la importancia de los conjuntos monumentales anteriormente señalados e indica una fuerte relación con la más antigua, colosal y a la vez desconcertante de las construcciones, la "cueva" de Menga.
Relación entre los dólmenes y dólmenes por descubrirHasta el momento hemos señalado características individuales de cada una de las construcciones. Hemos vislumbrado cierta relación entre ellas. Hemos reconocido, en una zona concreta de la geografía peninsular, a una cultura que se ha desplazado exclusivamente para construir, durante decenas de años, una obra colosal que perdura con esplendor casi como en los primeros días. También hemos comprobado ciertas "coincidencias" astrológicas que ponen en entredicho las teorías de estudiosos tradicionales sobre el origen de éstos monumentos. Reconocemos conocimientos impropios de dichas culturas que prácticamente acaban de salir de sus abrigos naturales y se molestan en trasladar toneladas de piedra para construir "templos" que no son útiles para la vida cotidiana. Y hemos comprobado como, el único esbozo que se esculpe en la piedra representa a una estrella de cinco puntas. El autor cree, está convencido, que los conjuntos dolménicos de Antequera, responden a un mapa estelar que nos indica algún acontecimiento inesperado que marco la historia de varias tribus situadas en muy distantes puntos. El estudio de las inscripciones de Menga, concretamente de la figura esculpida cercana a la estrella y reflejada en una de las fotografías tomadas, podrían llevarnos hasta Africa en una relación desconcertante e impropias de una cultura terrestre. Este mapa estelar (figura 4) nos lo descubre la vista aérea de la zona. Una extraña coincidencia de simetría entre la principal constelación efectuada a escala. Estoy convencido de que existen dos dólmenes aún por descubrir situados a varios cientos de metros de los principales. De hecho, observando el terreno, distinguiremos dos colinas en forma de túmulo que destacan sobre la llanura que ronda a todo el paraje. En aquel momento confirmaremos plenamente la hipótesis expuesta.
Las gentes del Sur y Centro de Portugal, así como de la vecina Extremadura (España), dan comienzo al quizás más importante fenómeno cultural de la prehistoria europea: el megalitismo. Los prehistoriadores portugueses defienden fechas tan tempranas para el inicio de este fenómeno como 4800 a.C., pudiendo atribuirse a su equivalente bretón la de 3800 a.C., sensiblemente más tardía. En cualquier caso, entre 3500 y 3000 a.C. este fenómeno cultural conoce una expansión generalizada entre los pueblos aborígenes de la costa atlántica europea.
El megalitismo es un fenómeno cultural prehistórico consistente esencialmente en la construcción de tumbas del tipo "dólmen", en cuyo interior se entierra sucesivamente a los fallecidos del grupo, apartándose cuidadosamente los huesos de los anteriores difuntos (enterramientos colectivos). Los dólmenes pueden ser simples o de corredor y, a menudo, han estado cubiertos por un túmulo de tierra que nos indica la existencia de una antigua cúpula de tipo piramidal derrumbada hoy por efecto de la erosión . Además, dentro del contexto megalítico, pueden hallarse también otras construcciones de piedra como "menhires", alineaciones, "crómlech", etc. El monumento megalítico más famoso es sin duda Stonehenge, observatorio prehistórico del sur de Inglaterra.
El período más extenso de megalitismo se localiza en el sudoeste ibérico, donde abarca aproximadamente desde 4800 a.C. hasta 1300 a.C., comprendiendo los períodos neolítico y calcolítico. Hacia 3800 a.C. llega a Bretaña y al occidente de Francia, mientras que entre 3500 y 3000 a.C. se extiende entre prácticamente todas las poblaciones aborígenes de la vertiente atlántica europea, hasta entonces carentes de un nexo común. Se piensa que la pesca de altura, particularmente la del bacalao, pudo servir como medio de transmisión.
Aproximadamente a partir de 3000 a.C. (bastante antes, incluso), se observan en el centro difusor portugués y en sus inmediaciones importantes innovaciones en la construcción funeraria: las llamadas "cuevas artificiales" (en verdad pirámides) y "tholoi". También se observa un notable incremento del comercio ultramarino, importando ámbar de Escandinavia y márfil y cáscara de huevo de avestruz de África. En este período comienza también a notarse la exportación del megalitismo a zonas que no pueden considerarse puramente atlánticas, tanto de Europa central como del Mediterráneo occidental. Desde 2700 a.C. (aprox.) aparecen ciudades fortificadas tanto en el sudoeste como en el sudeste ibérico, formándose así las primeras y únicas civilizaciones (sin escritura) implicadas en el fenómeno megalítico: las culturas de Vila Nova y Los Millares.
En este mapa se observan detalladas las principales vías de penetración por las que efectuó, desde aproximadamente el 3900 AC, la invasión de la Europa central y Bretaña la raza de gigantes constructores de megalitos originaria del Sur de la Península Ibérica , tras esta primera y significativa oleada invasiva, en los albores del 2400 AC, una nueva oleada invasiva procedente del sur de España, protagonizada por el pueblo (descendiente de esta raza constructora de megalitos) llamado tartesso-argárico o del vaso campaniforme , siguió los pasos de sus ancestros penetrando la Europa Central e invadiendo el espacio vital o hábitat originario de los pueblos indoeuropeos (Alemania-Polonia), provocando con ello la migración hacia el este y sudeste de los pueblos indoeuropeos que en su desplazamiento invadirían y conquistarían innumerables culturas y territorios hasta alcanzar la India sobre el 1500 AC.La invasión de la Europa central por parte del pueblo español del vaso campaniforme tuvo lugar diez siglos antes de la llegada de los celtas a la Península, mientras que la raza constructora de megalitos penetró en Europa desde la Península sobre el 4000 AC. Sabemos que ambos pueblos eran originarios de la actual Andalucia y Sur de Portugal, y se puede hablar del mismo pueblo efectuando la misma migración en dos etapas distintas de la Historía. Los constructores de megalitos como Stonenhedge o Carnac fueron un pueblo originario de la Península Ibérica. Antiguos textos nos hablan de hábiles constructores y artífices de jotas en oro, plata y esmaltes coloreados en collares, brazaletes y objetos sagrados de refinada decoración, de una cultura muy avanzada respecto a su época en el contexto de su aparición, otros textos hablan de un pueblo de gigantes cuyo rey se llamaba Atlas y vivía en una ciudad de puertas de plata en una isla vecina del oceano habitada por gigantes rubios que más tarde emigrarían hacia Europa central y Escandinavia
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